Ofertas para padres e hijos
Los primeros años de la vida de un niño son como fuegos artificiales del desarrollo:
aprenden de forma explosiva y en poco tiempo a pensar, hablar y moverse y con cada experiencia y aprendizaje desarrollan su cerebro. El ser humano nunca vuelve a aprender tanto ni tan rápidamente como a esa edad.
Por eso es importante es que hable y juegue con sus hijos en la lengua que más cómoda le sea y en la que mejor se exprese usted mismo
Con su primer idioma, los niños aprenden a expresar sus sentimientos, percepciones e ideas en palabras, al tiempo que captan las estructuras del aprendizaje de idiomas; una vez que han aprendido a diferenciarse y expresarse exactamente, entonces es cuando lo intentan en otras lenguas.
Cuando entren en la guardería o en la escuela a más tardar, es cuando los niños de familias migrantes necesitan aprender alemán. Esto no supone ningún sobresfuerzo para su desarrollo cognitivo, al revés, los niños pequeños pueden aprender muy pronto dos idiomas.
Los padres pueden potenciar el desarrollo bilingüista bien pronto y así hacerles más fácil la entrada en el grupo de parvularios o en la etapa escolar.
Para ello en importante que los padres aprendan y dominen el alemán, ya que será el idioma en el que su hijo deberá manejarse en la guardería y la escuela.